Lo que no se enseña en clase (y vale más que un 10)

Lo que no se enseña en clase (y vale más que un 10)

Hay cosas que no se enseñan en clase… y que valen mucho más de lo que parecen.

Generalmente, cuando un niño o una niña saca buenas notas, respiramos tranquilos.
Nos decimos que todo va bien. Que tendrá un buen futuro.
Y en parte es lógico: pensar que el esfuerzo académico será una llave hacia una vida estable nos da seguridad.

Pero el mundo ha cambiado.
Primero fue Google. Ahora, la inteligencia artificial.
Y hay una verdad incómoda que tenemos que empezar a aceptar:
ni estudiando toda nuestra vida seremos tan rápidos o tan precisos como una máquina.

¿Significa eso que aprender ya no sirve?
Para nada. Solo significa que ya no es suficiente.

La vida no se construye solo con conocimientos.
La felicidad y el éxito (sea lo que sea eso para cada uno) dependen también de otras habilidades:
aprender a aprender, resolver conflictos, comunicarse bien, pensar por uno mismo.

Hace tiempo tuve un alumno al que se le atragantaban las matemáticas.
Tenía faltas de ortografía por todas partes.
Su madre, preocupada, venía cada trimestre preguntando qué sería de él.

Pero ese niño…
tenía algo que no aparece en ningún libro.

Sabía tratar con la gente.
Era ese compañero que unía al grupo, que detectaba un conflicto antes de que estallara, que escuchaba de verdad.
Un líder nato, sin pretenderlo.

Y si lo pensamos bien…
¿no es esa una de las habilidades más valiosas que puede tener alguien en la vida?

Porque aprender a convivir, comprender al otro y aportar calma también abre muchas puertas.
Más de las que creemos.

Esta es solo una parte de la historia.
Cada domingo envío la versión completa en mi newsletter El Profe en Casa, donde comparto reflexiones como esta y herramientas prácticas para aplicar en casa o en clase.

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